Yacimiento complejo que contiene restos datables desde la Edad del Bronce (2.000 la.C) hasta la época romana (siglos I-V d.C). Localizado 1,5 km al sureste de la aldea de Lucenza (en la parroquia del mismo nombre) fue objeto de excavaciones arqueológicas por parte de Antonio R. Colmenero que pusieron a cielo abierto diversos lienzos de muros de factura romana. Segundo su excavador se distinguen hasta tres niveles de ocupación: uno prerromano relacionado con el Bronce Final, otro romano del siglo I d.C. y un romano bajo imperial de los siglos III e IV d.C. Los muros que vieron la luz en la década de 1970, fueron divididos horizontalmente por medio de una línea continua y quebrada de piezas cerámicas (mayormente fragmentos de tégula) que permiten distinguir los muros originales de los recrecidos por los restauradores.