El acceso al recinto intermedio del castro se hace mediante una simple interrupción de la muralla que se apoya en dos grandes rocas ciclópeas en posición vertical traídas hasta aquí para hacer la función de jambas monumentales. Esta muralla podría coincidir con la cerca más antigua del poblado, realizada con estacas de madera, probablemente vinculada a la primera fase de ocupación. De las tres puertas que se abrieron en las murallas de A Cidá, esta es la única que se hizo de forma perpendicular al muro. Esta puerta coincide tanto en el tipo de aparejo como en la orientación con las otras puertas del castro (la superior de la croa y la Puerta Norte), que recuerdan a los accesos monumentales de grandes castros como San Cibrán de Las.