En el castro de A Saceda se encontraron evidencias de la fabricación de tejidos, como pesas de telar y fusaiolas. Estas son unas piezas cilíndricas realizadas en arcilla cocida o piedra que presentan una perforación central en la que se insertaba un huso de madera. El huso es una herramienta que facilita el hilado de lana de oveja o carnero, una operación manual que, mediante la torsión de una masa de fibras textiles, consigue transformarlas en hilo.